miércoles, 4 de enero de 2012

Para mi estrella.

Como soldado, marinero,
tirititero o capitán,
vi abrirse ante mí
un poco más el cielo.
La estrella alumbra mi caminar.
Enfermé y dudé de mis reacciones.
Las sirenas logré dejar atrás.
Como mástil una guitarra
y la vela la mueve tu suspiro.
No soy caballero apuesto,
y aún así apuesto mi calavera
a que seré tu centinela
sin cadenas en las manos.
Jamás te sientas en soledad al despertar
Me quedo corto con palabras
cuando te intento embriagar.
Tu aroma es droga que me duerme,
polvo de estrellas.
Y así es como he visto
cielo y mar juntos.
Lugares donde tratar de buscarte sitio.
Pero era más difícil de lo previsto,
porque a veces creo que no existo
y me caigo entre los guijarros,
dañándome como nunca antes.
El recuerdo del olvido.
Ahí me basta mirar al cielo y al mar.
Rememoro lo feliz que vuelvo a ser ahora.
En mi garganta hay llagas que resienten mi voz.
No me gusta decirlo fácil.
Te necesito como la vida,
otros se venden llamándose esclavos del amor,
pero eso es porque aún no te han visto,
para ellos la libertad aún es un rumor.
Temo de ser poco escueto,
pero para agradecerte los te quiero,
tiro al fuego los sonetos.
Me has concedido el sueño de Ícaro,
las alas y el renacer de un nuevo fénix.
La facilidad de volar.
No estás sola en el firmamento,
soy cometa de cercana trayectoria.
Conocí un nuevo paraíso,
donde no hay veda ni camino
para los que quieren ser narcisos.
Tus ojos me absorben
hasta llevarme al infinito.
No me hacen rico los doblones
o todo lo que tuviere que ver con la tesorería.
Me hace rico tu compañía.
A.J.P.R.

martes, 3 de enero de 2012

La promesa del hombre de campo.

Hay una saga de personas, que se pierden entre terrones.
Llevan sus ojos al campo, donde perviven sus ilusiones.

Con guitas, mallas y navajas, van remiendando,
dejando a su paso con silencia,huellas y colillas de tabaco.

Mi amigo Paco maneja el arte del alambre,
y conoce el canto del jilguero, el verdón y el gorrión
cuando suena entre los naranjales. 

Aquellos donde me asombra orientándose,
porque hay que saber andar entre los matorrales.

En esta gente reside hasta tal punto la nobleza,
que alcanza el profundo significado la palabra promesa.
                                                       A.J.P.R.