viernes, 29 de enero de 2016

Dies irae.

Y así es como me siento. Espero, y las veo venir.
Veo pasar a todos aquellas personas que viven felizmente.
Felices con ellos, bastándoles eso.
Las veo venir, y pasar ante mí,
subir las escaleras, y desaparecer.

A veces dicen adiós, y luego aparecen de nuevo.
Pero no importa, porque se volverán a ir, y cuando eso ocurra
las veré venir.




domingo, 17 de enero de 2016

Memento.

- ¿Otra vez estás aquí?

- Sí.

- Venga, acércate. 

 Los cipreses se mecen con el viento. Mi cabeza se inclina.

- No puedo encajar mis miedos porque no sé de donde vienen. Mi imaginación me aterra. Antes me gustaban cosas que ahora me inquietan. ¿Por qué?. Estoy cansado de ver mi propia regresión cada vez que me paro frente a un espejo. 

- Me estás mintiendo.

Mis lágrimas caen al mármol frío.

- No me digas eso. Yo a tí no te engaño. Por favor ...

- Tienes que pensar que yo te estoy viendo. ¿No te hace eso feliz?.

- Todo tiene unas dimensiones cósmicas y me asusta. ¿Cómo puedo volver a ver ciertas cosas como antes?.

-  Hablas como si tuvieras traumas.

 Levanto mi cabeza lentamente hasta mirar frente a mí. 

- ¿Ya te has ido?.

 Mientras me giro y camino hacia la salida, me voy, pensando que ni me despedí, ni dije "te quiero".  Y ya no iba a poder hacerlo de nuevo.

 No sé si hablé conmigo mismo, o nunca estuve ahí.

sábado, 16 de enero de 2016

El abismo y el lucero.

Duerme, guardián, hasta que la luna
gire diez años.
Y yo volveré
al lugar donde ardí.
En el eje de los cielos,
cuando me sosieguen las estrellas
y mi órbita concluya,
otra era surgirá.

viernes, 1 de enero de 2016

Bilateralidad del ser.

No importa cuánto das, mientras lo que des esté lleno de amor.
Dar y recibir, sin equilibrio, no hay nada.
Solía ser menos quebradizo. Cuando no estás quebradizo, no estás falto. Cuando estás falto, te sientes solo, y agarras aquello que más sientes que necesitas, como si fuera un clavo al rojo vivo.
Pero siempre seguiré siendo yo.


miércoles, 30 de diciembre de 2015

Redención.

 Lo miro todo desde la templanza, no hay malignidad en mí. Pero, realmente, ¿qué gano?.

 ¿Realmente todo lo que contemplo se merece mi atención?.

 ¿Y si soy yo el que no merezco lo que veo?.

 Mientras nos preguntamos estas cosas, paseamos cerca de las auroras que marcan los límites de nuestra existencia y percepción. Somos capaces de notar ese poder emocional interno que late y hace que reflexionemos sobre el valor de nuestro ser.

 Puedo rozar con mis dedos la fría superficie que marca el final de mi discernimiento. Ese frío molesta, y hace que comience a empujar las paredes que me atrapan, intentando ampliar mis límites.

¿Qué se merece mi atención?.

¿Qué me merezco yo?.

lunes, 28 de diciembre de 2015

El amor es deseo de belleza.

 Últimamente todo suena con más fuerza, contundente, y doloroso. Eso no quita que sea bien consciente de lo que ocurre a mi alrededor, pero es molesto no darse cuenta de cosas que no ves por una enorme columna de humo que te está cegando.
 Me encantaría que pudieras encontrar la manera de seguir adelante, pero tendrás que seguir esperando y buscando. También podrías dejar de ser tan dúctil.
 Gracias a esa paciencia que tienes conmigo, pienso que soy capaz de salir de aquí.



Cuchillo de las más firmes esperanzas.

El odio se ensalza con nosotros. Se agarra de la mano al miedo, y ambos te persiguen, mientras no dejas de correr y tropezar, desgarrándote la piel, llorando, pidiendo clemencia.
 Y mientras todo esto ocurre, hay otra persona, ahí fuera, que sólo piensa en lo bonito que es su peinado,o lo bien que le sientan unas botas. Sin saber que existes, mientras huyes y te escondes.
 Corres, y la gente ve cómo estás en apuros, te siguen con la mirada, y ves cómo sonríen, quietos, grises.
 Cuando no puedes correr más y caes al suelo, no te levantes, ellos ya están ahí, para no dejar que lo hagas. Toda esos monstruos.
 Despiertas, y vuelves a recordar que alguien te persigue.