miércoles, 15 de febrero de 2012

Con un cigarro encendido.

Me gusta verme reflejado
con un cigarro entre los labios

El color de mis ojos
guarda en esencia otras circunstancias,
que son las cavilaciones
de lo que han sido nuevas situaciones.

El canto me tiene más vivo,
y no confundirlo con perdido.

Olvidé el sabor
de la miel, el limón y el vino.
Y con el carnaval
terminé de recobrar
el sentido.

Tiemblo con frecuencia,
aún estando en ausencia
la que embellece la estancia
con su presencia.

Me despiertan mis amigos,
y la guitarra de mi Manuel,
tocando algunos estribillos...
Y es que parecemos grillos,
cantando en cualquier rinconcillo.

Mi abuela ya no escucha bien,
pero en sus ojos de tuna guarda
el brillo del cariño que siempre dió

Vaya dúo de hermanos tengo.
Imaginarme andando solo
hacen plantearmelo un juego.
El que se piensa maldito
es humano, y bendito,
pero lo eléctrico 
del temperamento,
le hace verse vestido por defectos.
Pero el tete es más que eso.
Al otro lado tenemos
el que ha sobrevivido 
a letales venenos.
Noctámbulo como un búho ciego.
Sabe acariciar con mimo, sereno,
el corazón de la que tiene
entre sus brazos.
Joya del guitarreo.

Titán y titánide
son mis padres,
que mantienen en sus palmas
nuestras vidas, pesados pilares.
Mi madre me brinda el arte,
y disipa mi inocencia.
Vive a contracorriente.
Ejemplo para el que acepta la muerte.
Y mi padre, con su prudencia,
esconde el miedo, y saca fuerzas
de flaqueza.
De tripas corazón.
¿He dicho que son titanes los dos?

Esto me pasa 
por examinar demasiado
lo que esconden 
los ojos de un marinero.
De boquilla, imaginado.
Pero que después de todo,
el rumbo ha visto hallado.

Vuelvo donde estoy.
¿Qué ha pasado?
El cigarro se me ha apagado.

A.J.P.R.

Tenlo presente.

¿Dónde termino si solo camino
dándole la espalda al Sol?

Entre recodos de lamento
y caminos de cara al viento,
mi fuerza se merma, y lento
se hace el sendero corriendo.

Pero con las prisas del sufrimiento,
termino con el corazón rápido latiendo,
cayendo en el abismo
de la pérdida del tiempo.

No me esperes en tus sueños
cuando sin rumbo yo me encuentro.

Así que antes de sucumbir a la muerte,
lo que no te mate,que te haga fuerte.

Recuérdalo, y tenlo presente
para ayudar al que se pierde.
Pero sólo al que es de bondad latente.
                                                          A.J.P.R.

Una pluma al viento.

Una pluma al viento,
palabras con un silencio.
Los árboles bailando al son,
y la escafandra llena de cuentos.

Arrastrándose por los barbechos,
se lamenta un alma buena.
El sentimiento de un cantinero mirando el Sol.

Que vengan los altibajos,
tengo la espiocha en la mano.
Trabajaré noctámbulo hasta el alba.
Entre mis piernas se escapan las ratas.

Vino en las venas.
Las naranjas en la escalera.
Lavanda en el sombrero.
Esta es la historia de un barrendero,
que sin serlo, se le escapó el santo al cielo.
Y una pluma al viento...
                                   A.J.P.R.

Cansado.

Me despierto con ganas de acostarme.
Las ganas de levantarme
se disipan en el aire.

Pero vivir durmiendo limita mi talento,
aunque soñar sea la tentación
de estar muerto.

Cierra la puerta
que por el marco entra el viento.
Y ahora me encuentro sin aliento.
                                                A.J.P.R.

Consciente de ser imperfecto.

No hace falta que me lo repitas,
sé la mar de bien que las rejas de mi ventana
sin impares.
Y que soy el yugo del lamento
de un hombre que camina lento.

¿ O era el miedo a serlo
lo que me hizo contento?

Renovar mi lista de sueños
me ha hecho eterno.
Libre de pecados
que eran los jueces del averno.
Consciente de ser imperfecto.
                                             A.J.P.R.