jueves, 22 de diciembre de 2011

Y a la luz de la luna.

Me sobra cuerpo, mi cara brilla.
Como la pupila en el ojo,
me circunda un puñao' de matojos.

No muy lejos  parpadean gotas de plata;
las hojas de unos naranjos.

Llevando los ojos al cielo,
en lo inmenso me pierdo.

Y a la luz de la luna
mi cara como el sol brilla.
Miro de frente las estrellas
eligiendo cual será mi guía.

Ten presente el camino,
que bañado de serpentinas,
te irá mostrando el destino
edulcorado de maravillas.

Decide a cual fogata te arrimas,
si a la madera de pino o de olivo,
y así verás  de qué color tus ojos se iluminan.

Y a la luz de la luna
mi cara como el sol brilla.
Miro de frente las estrellas
eligiendo cual será mi guía.
                                       A.J.P.R.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

El perro que me ladra.

Cuando iba fumando un cigarro
por la calle de la esquina rota,
había amarrado un perro.

Poco a poco el humo se escapa de mi boca
y el perro que me ladra, enseñándome los dientes.

¿Para qué pararme con algo
que me ladra para demostrarme
que a mí me tiene más miedo
por ir andando por su calle?

Demuéstrame si quieres
o así es lo que tu piensas
que la paz tu cuerpo halla
sin ladrarme cuando me veas.

Convéncete dañando.
No es triste vivir soñando
pero sí defenderte engañando.

Y cuando paso por la calle,
para mí no existe el perro.

En mi corazón se resiente el hueco
por el que vive de falsos lamentos.
                                                   A.J.P.R.

Paseo solitario.

Mis pasos de transeunte
se pierden entre zancadas.

Una incertidumbre, que abarrotada
va a perderse en lo que hiciere.

No tengo navaja ni puñal,
ni razones para desconfiar.

Aparecen solos los luceros
que vienen a buscarte,
porque conscientes viven
de hacia donde tienen.
                                A.J.P.R.

Mi gozo en un pozo.

Mi gozo en un pozo.
Y entre las esquinas
hay un esbozo.

Busca, que hondo
se encuentran los cantares
de un titiritero loco.

Con mis dedos te demuestro
las verdades carentes de dueño.
                                               A.J.P.R.

Bájate del escalón.

Bájate del escalón,
no vaya a ser
que te sientas
con más altura
de la que es tuya.

Te presto mis manos
pero no para que las uses
en vano.

Así que deja el nombre quieto.
Ya no consigues hacerme extraño.
Como ves, me defiendo con lo escueto.
                                                            A.J.P.R.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Oda al azul.

Los latidos de mi corazón
dependen del ritmo acalorado
de la pasión.

De la pasión que hace girar
mi ruleta de la emoción.
Emoción desenfrenada.

Ilusiones olvidadas
que vuelven para aflorar.

Aquellos ojos que miraba
y que ahora puedo contemplar.

El azul del amplio cielo
color de la tranquilidad.
Mar amplio ante el marinero.
Mar sobre el que navegar.
                                        A.J.P.R.

Tanto miro al cerro.

Tanto miro al cerro,
tanto veo las bicicletas
que se frenan por el sendero.
El cerro apunta al cielo
y se mira en el Guadalquivir.
Desde los portales te vengo viendo.
Tanto miro al agua,
tanto miro el cerro.
Tanto vi el altar
y la serpiente muerta en medio.
Tanto veo el cerro,
que tras la higuera, tras el muro
contempla con disimulo
los blancos y brillantes pueblos.
Tanto miro el cerro,
tanto veo los restos
de la iglesia de una Virgen
que adoraban mis ancestros.
Tanto veo el cerro,
tanto miro el campo,
tanto contemplo el cielo.
Entre tantos tantos
será la estampa
de mi recuerdo.
                      A.J.P.R.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

En oducia te espero.

Si me importaran las palabras mal intencionadas
moriría a puñaladas...
No soy culpable de sueños inalcanzables,
y si no creen, pregúntenle a su conciencia.
Nunca pedí nada, y el hambre que me lleva.
Y aun así, dañas a ratos.
Son los destellos fantasmales
de un faro apagado.
Pero ahora piso tierra
y me curan los olores
de las brisas de los campos.
Porque acabé en una playa
de sales erosionadas
por la luz de las estrellas.
Y aún así, en la bitácora,
guardo los caminos
que por falta de rumbo he conocido.
Cada uno de ellos he recorrido con cariño
dejando a un lado las botellas de alcohol
sobre las que he dormido en tempestades.
He aprendido los secretos
que ofrece un prisma hueco.
Me gustan tus manos que me invaden el cuerpo
cuando me lleno de lamentos.
Con remiendos de cariño, con las risas amistosas
que celebran mi contento.
Al hoyo los rencores, las falsas modestias.
Yo quiero la estrella que baja para verme.
Mis jornadas de anhelos impacientes
hacen que tus visitas en la noche
me sepan a gloria.
Arropados por la espuma de la playa.
Bajo las saetas verdes, que en tu nombre no hay Triana.
En Oducia te espero.
                               A.J.P.R.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Dame la mano.

A veces títere
que regala el cariño.
Otras, un cajón lleno de sonajas,
con monedas y serpentinas.
Cae la tarde
sobre un rasgado traje.
Y se pierde lo profundo
entre arrecifes de corales.
Te quiero, y es que te quiero.
Y es que te quiero.
No sé cuantas veces nombrarte.
Me riñen el olivo
y el cántaro frío:
-¿Por qué no te ayudas?
-Por más que os explique
será algo interminable.
-¿Por qué no te animas?
-Por más que os suplique
carmesí será la tarde.
Soledad, tú tan firme.
Y el amor me llenó de cristales...
Me preguntan el olivo
y el cántaro frío:
-¿Dónde los cristales?
-En el arrecife de corales.
Se partió el cántaro
y ardió el olivo.
Ayúdame y anímame.
Viento, llévame contigo.
                                    A.J.P.R.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Mentiras.

No es una, son tantas...
Llegan hasta donde la vista alcanza..
Corrompen.Son madres de los malestares.
Celestinas que crean huecos
donde antes había cariño.
Evítalas, son atrayentes.
Cuando acercan tus labios a ellas
te silencian con los dientes.
Y te llevarán al escenario
donde serás motivo de burla.
¿Crees que aportan mucho?
Pues no te dan nada...
Las mentiras son muy malas.
                                            A.J.P.R.